TOWARDS VIVENCIA by JORGE CRECIS

Designing presence; Entering Towards Vivencia; by Jorge Crecis

Hay libros que son herramientas prácticas, otros son inspiración pura, y algunos —los menos— logran ser ambos. «Designing Presence: Entering Towards Vivencia», de Jorge Crecis, es uno de esos raros ejemplos. Más que un libro, es una invitación a redescubrir la manera en que habitamos nuestros cuerpos, nuestras mentes y, sobre todo, nuestros momentos más exigentes y significativos.

En las páginas de esta obra, Crecis propone una idea que, aunque revolucionaria, resulta asombrosamente simple: la clave del rendimiento no está en la perfección técnica ni en la repetición interminable de movimientos. Está en la presencia plena, en ese estado mental y físico en el que cada segundo cobra sentido, y en el que el cuerpo, la mente y las emociones operan como un todo sincronizado y poderoso.

Hacia la vivencia: redefiniendo el rendimiento

Crecis introduce el concepto de Vivencia, que va más allá del “estar presente”. Es un estado en el que el momento se siente tan intenso que deja de ser una acción para convertirse en una experiencia. Aquí no se trata de «hacer» bien las cosas, sino de ser dentro de lo que hacemos. Este concepto, desarrollado a lo largo de su carrera como coreógrafo, investigador y científico del deporte, tiene profundas raíces en disciplinas como la antropología, la neurociencia y la filosofía.

La metodología que propone en el libro se divide en tres fases esenciales:

    1. Entrar: Antes de dar el primer paso en cualquier actividad, debemos preparar no solo nuestro cuerpo, sino también nuestra mente. Esta fase es un trabajo de conciencia: diseñar con intención cómo nos aproximamos al momento, desde la respiración hasta los pensamientos que llevamos con nosotros.
    2. Permanecer: Aquí radica la magia. Permanecer no es solo “estar”, sino estar conectado plenamente, con cada célula del cuerpo activa y en sinergia con las emociones y el entorno. Este estado, entrenable según Crecis, transforma los límites del rendimiento.
    3. Salir: Porque ninguna experiencia existe en el vacío, el verdadero aprendizaje está en llevar lo vivido más allá del entrenamiento o la performance. Se trata de integrar lo aprendido en la vida cotidiana y usarlo como base para construir algo aún más profundo.

Presencia entrenable: ciencia y arte en equilibrio

Una de las ideas más impactantes del libro es que la presencia no es un talento misterioso ni exclusivo de unos pocos privilegiados. Es una habilidad que puede y debe entrenarse, al igual que la fuerza, la resistencia o la técnica. Y Crecis ofrece herramientas concretas para hacerlo: desde ejercicios prácticos hasta reflexiones que nos desafían a replantearnos la manera en que enfocamos el esfuerzo, el error y la autocompasión.

A través de ejemplos de su trabajo con bailarines de alto nivel, deportistas y profesionales, el autor nos muestra cómo estas ideas pueden cambiar el juego. Imagina a un bailarín que no solo busca ejecutar un movimiento perfecto, sino que vive ese instante como si fuera único e irrepetible. O a un atleta que no compite desde la presión externa, sino desde una conexión interna que le permite dar lo mejor de sí mismo.

Un libro para deportistas y soñadores

«Designing Presence» no es solo para quienes buscan brillar en el escenario o en la cancha. Es para cualquiera que aspire a vivir con mayor intensidad y propósito. Para aquellos que desean transformar su relación con el esfuerzo, el miedo y el éxito. Es una guía para recordarnos que somos más que ejecutores de tareas, que dentro de nosotros hay una riqueza infinita esperando ser desatada cuando aprendemos a estar plenamente presentes.

Como alguien que trabaja con deportistas y entrenadores, este libro me ha hecho reflexionar profundamente sobre cómo estamos preparando a las personas no solo para competir, sino para vivir sus mejores momentos. Porque al final del día, el verdadero éxito no se mide en medallas ni en aplausos, sino en la plenitud que sentimos al vivir cada instante con intensidad y conexión.

Si buscas un enfoque fresco y transformador sobre el rendimiento, si quieres aprender cómo estar presente en tu máximo nivel, este libro tiene algo que decirte. No es un manual más: es un mapa hacia una forma más auténtica y significativa de habitar nuestra vida y nuestro cuerpo.

¿Te atreves a diseñar tu presencia?

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¿Qué hace un Educador Social?

Cristina con jóvenes de la Fundación Juvanteny

El Educador Social: Un Faro de Transformación Personal y Emocional

Hoy, 2 de Octubre es el Día Internacional del Educador Social y por ello queremos celebrar la labor de quienes dedican su vida a generar un cambio positivo en las personas, las familias y las comunidades. Los educadores sociales, a través de la inteligencia emocional, son capaces de desbloquear el potencial de los individuos, restaurar la armonía familiar y fomentar una sociedad más inclusiva y solidaria. 💫

Estos profesionales trabajan en entornos complejos y a menudo invisibles para muchos, pero sus esfuerzos tienen un impacto profundo y duradero. Desde ayudar a estudiantes a encontrar su motivación hasta apoyar a familias en momentos difíciles, los educadores sociales son pilares de transformación que sostienen el bienestar emocional de nuestra sociedad. 🌱💪

En este día especial, es importante reconocer la enorme dedicación de estos profesionales. Gracias a su trabajo, muchas personas encuentran una nueva dirección en sus vidas, superan obstáculos emocionales y construyen relaciones más fuertes y saludables. A todos los educadores sociales, ¡GRACIAS! 🙌

¿Pero qué cosas en particular puede hacer un educador social?

La verdad es que muchas. Pero a continuación se presentan tres ejemplos, basada en nuestra actividad diaria, que reflejan el impacto concreto del trabajo de un educador social especializado en inteligencia emocional.

Desbloqueo emocional y crecimiento personal

En numerosas ocasiones, las personas se enfrentan a bloqueos emocionales que les impiden avanzar. El trabajo del educador social se centra en identificar esas barreras y, a través de herramientas emocionales, ayudar a las personas a liberarse de ellas. Al abordar estas limitaciones internas, se promueve el crecimiento personal, haciendo posible que el individuo conecte con su potencial y se abra a nuevas oportunidades en su vida cotidiana.

Acompañamiento a familias que necesitan apoyo externo

Las familias, a veces, atraviesan situaciones de conflicto o crisis que requieren un apoyo externo para poder superarlas. El educador social interviene, facilitando la comunicación y restaurando los vínculos entre los miembros familiares. A través de un enfoque basado en la inteligencia emocional, es posible sanar las relaciones, fortalecer el entendimiento mutuo y generar dinámicas más saludables dentro del hogar, permitiendo que cada miembro de la familia encuentre su lugar y contribuya al bienestar común.

Apoyo al estudiante y al potencial estudiante de todas las edades

El educador social también desempeña un papel clave en el ámbito educativo, acompañando tanto a estudiantes como a personas que desean retomar sus estudios. El enfoque emocional permite trabajar no solo las dificultades académicas, sino también los aspectos emocionales que influyen en el rendimiento y la motivación. Desde adolescentes en riesgo de abandono escolar hasta adultos que buscan una nueva oportunidad educativa, el educador social impulsa a cada persona a encontrar su camino y comprometerse con su propio desarrollo.

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Las emociones en tus decisiones diarias

Chica eligiendo ropa

¿Alguna vez te has preguntado por qué tomas ciertas decisiones en tu día a día? Desde el momento en que te despiertas, empiezas a tomar decisiones: qué ropa ponerte, qué comer, qué decir o no decir en una conversación. Puede parecer que todo esto lo haces de manera automática, pero, en realidad, tus emociones están jugando un papel muy importante en cada una de esas elecciones.

Cómo las Emociones afectan cada Elección que haces

Las emociones no solo aparecen en momentos de alegría o estrés. Están presentes en cada detalle de nuestra rutina diaria. Por ejemplo, cuando decides qué ropa ponerte, no solo estás pensando en el clima, sino también en cómo te sientes. Un día te sientes confiado y eliges algo colorido; otro día, más reservado, y optas por algo neutro. Tus emociones están reflejadas en cada una de esas elecciones.

¿Cómo influyen las Emociones en las compras diarias?

Imagina que vas al supermercado con una lista clara de lo que necesitas. Sin embargo, te sientes algo estresado o ansioso, y terminas comprando cosas que no habías planeado. Tal vez te llevas ese snack extra o algo que te recuerda momentos más tranquilos. En realidad, estás regulando tus emociones a través de tus decisiones de compra. ¿Te das cuenta de cómo las emociones siempre están presentes?

Tomar decisiones

Decisiones Importantes: Cuando el Miedo o la Alegría deciden por ti

No solo las decisiones pequeñas están influenciadas por las emociones. Las grandes decisiones también lo están. Por ejemplo, cuando piensas en cambiar de trabajo, el miedo a lo desconocido o la emoción de un nuevo comienzo son factores emocionales que pueden hacerte dudar o actuar impulsivamente. A veces, las emociones nos hacen posponer decisiones importantes; otras veces, nos empujan a tomar acción rápidamente.

La Inteligencia Emocional: Clave para tomar mejores Decisiones

Aquí es donde entra en juego la inteligencia emocional. Ser consciente de cómo tus emociones afectan tus decisiones te permite tomar elecciones más alineadas con lo que realmente deseas. No se trata de ignorar lo que sientes, sino de aprender a gestionarlo. Cuando sabes cómo manejar tus emociones, puedes tomar decisiones más claras y acertadas. La final es parte de la tarea más importante: conocerse a sí mismo

¿Qué Emoción está guiando tu próxima Decisión?

La próxima vez que te enfrentes a una decisión, ya sea grande o pequeña, tómate un momento para preguntarte: «¿Qué estoy sintiendo ahora? ¿Cómo está influyendo esta emoción en mi elección?» Este simple ejercicio te permitirá ver tus decisiones desde una nueva perspectiva.

Conclusión: Emociones y Decisiones más Conscientes

La inteligencia emocional nos invita a estar más conectados con nosotros mismos. Cada emoción tiene un propósito, y cuando aprendemos a gestionarlas, nuestras decisiones son más conscientes y alineadas con lo que realmente queremos. Así que la próxima vez que te enfrentes a una elección, desde qué comer hasta cambiar de trabajo, tómate un segundo para evaluar tus emociones. Te sorprenderá la diferencia que puede hacer.

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Emociones en el Deportes: papel del entrenador

Entrenador no ayuda emocionalmente a jugador

Las emociones también juegan un papel importantísimo en los deportes. Un deportista no rinde igual desde una emoción que le provoca seguridad o alegría que desde otra que le provoca inquietud o desconfianza.

Como entrenadores, nuestra manera de hablar con los deportistas es fundamental para su rendimiento. Esto es especialmente importante cuando trabajamos con jóvenes, que están todavía buscando su identidad como deportistas. De hecho, y sobre todo en deportes de equipo y en momentos de alta tensión y presión, la manera en que transmitimos nuestros mensajes puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso.

Joven jugador de baloncesto desanimado

¿Te has detenido a pensar cómo influyen tus palabras en esos momentos críticos? La forma en que comunicamos puede aumentar la autoconfianza de nuestros jugadores, o por el contrario, minar su moral y desempeño.

En lugar de recurrir a reproches y gritos, debemos adoptar una comunicación constructiva y positiva. ¿Por qué es esto importante? Porque los errores, lejos de ser fracasos, son oportunidades de aprendizaje.

He visto muchos entrenadores que, cuando un jugador comete un error en un partido, le ponen en evidencia en público con expresiones “¿Pero que haces?”, «¡Así noooo!», «¡Te he dicho mil veces…!» o simplemente le corrigen a gritos con tono de desesperación. Y si le remarcan directamente un error, como si fueran inútiles, ya pasamos a otro nivel.

¿Creéis que alguien aprende algo a base de palos? ¿Qué posibilidades hay de que un jugador saque lo mejor de sí mismo para mejorar en mitad de un partido a base de oir a su entrenador pegando voces desde la banda, recriminándole enfadado una acción puntual? Pocas.

Yo siempre pregunto a los entrenadores con los que trabajo si tienen mascota y en ese caso suelen entenderlo perfectamente. ¿Cómo le enseñas trucos a tu mascota? Seguro que no será a base de castigos, sino a base de premios. A base de castigos podemos conseguir que NO haga algo, pero lo hará desde el miedo. Si lo aplicamos a un deportista, es igual. Solo que desde el miedo nunca conseguiremos sacar lo mejor de el.

Jugador de voley desanimado

Lo bueno que tiene el futbol, el baloncesto, el voleibol, el balonmano… y un sinfín de deportes de equipo en los que hay muchas jugadas consecutivas es que siempre hay una siguiente jugada donde podemos hacerlo mejor. ¿Creéis que es posible reforzar la moral de un jugador tras una jugada que no ha salido bien y conseguir que realmente intente hacerlo mejor en la siguiente jugada con confianza? Pues claro.

Hay entrenadores que lo consiguen a diario. Y podemos verlo en todo tipo de competiciones: desde el deporte local con jóvenes, hasta en el deporte profesional. Todo el mundo se sorprende cuando un entrenador consigue dirigir a un equipo técnicamente mejor hasta lo más alto de una competición, contra todo pronóstico.

En lugar de resaltar directamente lo negativo, debemos empezar por respaldar al jugador por intentarlo (por ejemplo). Podemos empezar con un simple «Vale, vale, bien, lo intentamos en la siguiente», mientras le animamos con tres o cuatro palmas de aprobación. Aquí generamos esa emoción de respaldo ante lo sucedido y tendremos su atención y ganas de resolverlo de nuestra mano.

A continuación si que podemos indicarle cómo puede intentarlo de otra manera, en vez de hacerle saber lo mal que lo ha hecho. Os aseguro que ya lo sabe y ya se siente frustrado él solo. «No te olvides que…», «Inténtalo de esta otra manera» o «Recuerda estirar la mano más y lo consigues seguro». Esto ayuda a eliminar los inconvenientes del concepto «error» e implantar las buenas sensaciones de un buen aprendizaje.

Crear un ambiente de apoyo es esencial. Los jugadores deben saber que estamos ahí para apoyarlos a pesar de que no salga bien, no solo para criticar. Celebrar los pequeños logros y animar constantemente crea un ciclo positivo de motivación y mejora. Este apoyo crea un ambiente donde los atletas se sienten comprendidos y respaldados, lo que es crucial para su rendimiento.

En el fondo, estamos influyendo sobre tu estado emocional. El poder que tienen las palabras de un entrenador pueden marcar la diferencia en un partido.

Ahora, te invito a reflexionar: ¿Cómo ha influido tu comunicación en el rendimiento de tu equipo durante los momentos críticos de los partidos este año? ¿Qué podrías cambiar para mejorar esta dinámica?

Te hago la misma pregunta si eres compañero de otro jugador: ¿Prefieres que tus compañeros lo hagan mejor o que se sientan peor por tus reproches?

Y sobre todo, esto también es válido si estás en la banda como público. Padres, leed el artículo de nuevo sustituyendo la palabra «entrenador» por la palabra «padre entre el púbico». En este caso es muchísimo más potente.

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Yo solo se hacer esto

Pensando en mis cosas

Fue hace 2 años: sentía profundamente que tenía que darle un cambio radical a mi situación laboral. Pero estaba atrapado en “lo que sabía hacer bien”.

Porque llevaba años trabajando en lo mismo. Me había convertido en un experto en lo que hacía. Esto había hecho que me encontrara cómodo y todo fuera fácil. Pero al mismo tiempo no me aportaba nada nuevo y la monotonía jugaba en contra de mi necesidad de expansión. ¿Te suena familiar?

Elige el camino
Dibuja tu propia historia

La verdad es que me gustaban muchos otros sectores y actividades, tenía mis propias espinitas clavadas de “lo que me hubiera gustado hacer”. Pero claro, vivía enclaustrado en la idea de que era muy bueno en algo demasiado específico. Cada vez que me planteaba un cambio terminaba respondiéndome a mí mismo que en cualquier otra actividad tendría que empezar de cero.

Eso haría que la retribución económica diera un salto atrás, lo que sumado a la incertidumbre del cambio me hacía abandonar la idea de nuevo. Además, yo estaba muy bien reconocido en mi actividad, y eso también lo perdería. ¿A quién no le gusta la seguridad y el reconocimiento?

Pero todo aquello ya no era mi prioridad. Tocaba pensar en mi salud emocional. Y el problema venía de vivir bloqueado porque tras tantos años “solo se hacer esto”. ¿Te ha pasado alguna vez?

Y ocurrió que un día, un familiar cercano tuvo una oferta de trabajo económicamente alucinante, sin buscarlo y sin referencias ni conocerle en persona, y me hizo reaccionar.

¿En qué se habían fijado para ofrecerle tal cambio? ¿Qué habían supuesto que sabría hacer teniendo en cuenta su posición laboral actual?

Y me di cuenta de que tras 30 años de experiencia es ridículo fijarse sólo en la actividad principal a la que te dedicas. Así que empecé a hacer la lista de cosas que llevo años haciendo además de mi especialidad específica.

Y me salió una lista impresionante de cosas que había hecho en 30 años, que me convierten en una persona cualificada en muchísimas otras cosas que no había tenido en cuenta.

A nivel profesional: Alto nivel de inglés; gestión, dirección y liderazgo de equipos, ventas, marketing, estrategia empresarial, visión económica y estratégica, formación de personas, búsqueda de soluciones prácticas y ópticas…

Y luego, a nivel personal me pregunté: ¿En qué soy bueno? ¿Qué me gusta? Ayudar, aportar, empatizar, comunicar, organizar, enseñar, analizar, resolver, relativizar, optimizar, planificar, escribir, escuchar, animar…

Una vez que empecé a hacer una lista, no podía parar. Pero bueno, no existe el trabajo perfecto en el que puedas encajar todo eso. ¿Y si me quedo con las 5 más importantes para mí? Las que me gustan y a la vez se me den algo mejor.

 Y acabé realizando un magnífico ejercicio de autoconocimiento desde el que se me abrió la perspectiva y acabé viendo muchas oportunidades que antes ni se me habían ocurrido.

Pues sí, al poco tiempo cambié radicalmente de trabajo. Y con ese cambio me quité la espinita clavada más grande que llevaba desde hace años, uno de mis sueños.

¿Cómo fue? ¿Cómo me siento ahora? Pues eso os lo cuento en las siguientes publicaciones, que también tiene mucha historia.

¿Y tú? ¿Te has parado a escribir la lista de cosas que sabes hacer además de tu actividad principal?

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El fecto Dunning–Kruger: ¿Te subestimas o te sobrestimas?

Efecto_Dunning–Kruger

El efecto Dunning-Kruger es un fascinante espejismo psicológico donde las personas con un conocimiento o habilidad limitada en un área determinada, paradójicamente, exhiben una confianza desmedida en sus capacidades en dicha área.

Este fenómeno surge de la incapacidad para reconocer sus propias limitaciones. Imagina a alguien que apenas ha aprendido a tocar unas pocas notas en el piano, pero está convencido de que ya puede dar un concierto.

Por otro lado, las personas altamente capacitadas tienden a subestimar sus habilidades, asumiendo erróneamente que lo que les resulta fácil, también lo es para los demás. Es como un chef experto que piensa que cualquiera puede crear un plato gourmet.

Este intrigante efecto lleva el nombre de los psicólogos David Dunning y Justin Kruger de la Universidad de Cornell, quienes lo identificaron en 1999. En su estudio, descubrieron que los participantes con bajo rendimiento en pruebas de humor, gramática y lógica tendían a sobreestimar significativamente sus habilidades.

Aunque inicialmente se enfocaron en competencias específicas, el efecto Dunning-Kruger se ha observado en una amplia gama de contextos, desde la competencia profesional hasta las habilidades sociales.

Consideremos, por ejemplo, el mundo de las redes sociales. Es común encontrar personas que, con apenas unas lecturas superficiales sobre un tema, se sienten confiadas para debatir o incluso desafiar a expertos.

Por otro lado, un científico con años de estudio puede dudar de compartir su conocimiento, pensando que ya es de dominio público.

En resumen, el efecto Dunning-Kruger sugiere que cuanto más limitado es el conocimiento o la competencia de una persona en un tema, más probable es que sobrestime sus habilidades.

Al contrario, aquellos con un alto nivel de competencia tienden a subestimar su superioridad relativa, creyendo erróneamente que los demás poseen una comprensión similar.

Este fenómeno no solo es un recordatorio de la humildad que debemos tener al evaluar nuestras propias habilidades, sino también una invitación a reflexionar sobre cómo percibimos y valoramos el conocimiento y la competencia, tanto en nosotros mismos como en los demás.

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Se acaba el verano

Atardecer

El verano va dando sus últimos coletazos. Este ha sido un verano muy especial. He aprendido a disfrutarlo de otra manera. Hacía tiempo que no me paraba a disfrutar de las cosas pequeñas, cotidianas y en realidad, de las más cercanas.

He aprendido a darme tiempo a mi mismo, a escuchar mis emociones, detectar de dónde venían, lo que significaban y qué me estaban diciendo. Es un ejercicio muy gratificante que te abre la mente y hace conocerte a ti mismo, dándote una tranquilidad y sosiegos que te hacen cambiar la perspectiva de todo lo que pasa alrededor.

He conectado mucho más con las personas, en particular con la familia, entendiendo mucho mejor las razones de sus respuestas y reacciones, desde una empatía mucho más profunda.

He practicado la gratitud. A veces en silencio y otras en voz alta. Cuando consigues que esté presente en casi todos tus actos, te da la impresión que apenas hay agresiones externas, porque dejas de verlas como tales.

Pero queda mucho por practicar. Así que seguiré reservando momentos diarios para encontrar esos atardeceres inspiradores. Atardeceres de verano, de otoño, de invierno o de primavera. Por que este no es un ejercicio sólo de vacaciones.

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